23/03/2014

El mandamiento humanista

La coincidencia en la lectura de varios libros el pasado año me ha llevado a cristalizar la presente reflexión. Dichos libros son principalmente:

  • El espejismo de Dios, de Richard Dawkins, donde el autor hace una recopilación de una alternativa humanista a los Diez Mandamientos y los resume en su propia propuesta (hago notar la curiosidad de que, nada más empezar a escribir esto y al disponerme a verificar el link, la página que había en la Wikipedia en español fue borrada).
  • La Caída de Constantinopla, de Steven Runciman, donde, en las interacciones entre cristianos y musulmanes viejos y recién convertidos, se nos cuenta que los musulmanes viejos eran de mente más abierta y propensos a la negociación, mientras que los recién convertidos se solían mostrar más intransigentes y celosos de su nueva fe, especialmente cuando ésta les servía como pretexto para una acción militar o política (aprovecho de paso para recomendar a Runciman, particularmente la mencionada obra, como una lectura amena, apropiada especialmente para quien le guste leer la Historia como una historia, que no entra en detalles tan finos que puedan ser objeto de controversia y revisión inmediatas).
  • Y una historia del Islam vista desde dentro: Un destino desbaratado: la historia universal vista por el Islam, de Tamim Ansary.

Combinando ideas, di en pensar en las conversiones al Islam, la esencia de ser musulmán y si, de la misma manera que para ser musulmán hay que cruzar la raya de la shahada (profesión de fe), algún equivalente pueda existir para un humanismo no religioso.
A lo largo de la historia, las conversiones al Islam han sido en buena medida voluntarias. Nunca debemos olvidar que en cualquier estado conquistado, organizado y finalmente gobernado por los musulmanes la población no pasaba de golpe a ser musulmana. Inicialmente los musulmanes eran la élite conquistadora, y los conversos progresivamente se pasaban a su bando religioso (después de haber aceptado su dominación política). No debemos olvidarlo tampoco respecto a la actualidad, ya que países que en Occidente podemos tender a considerar musulmanes, no son más que de mayoría musulmana, y la presencia de otras religiones es más antigua y original. A esto hay que decir que la islamización total no ha sido ni de lejos lo más habitual (para empezar en los mismos países árabes), y que por otro lado la islamización forzosa tampoco ha sido la regla.
Este aspecto de formar una comunidad política mediante una profesión religiosa me parece clave en el Islam y uno de los principales impulsos de muchos para hacerse musulmanes, ya que, como se comenta sobre los conversos en La Caída de Constantinopla, la conversión era una herramienta para el ascenso social o político.
Me importa aquí sin embargo lo que supone a largo plazo. Para quien la llevaba a cabo, la conversión podía incluso ser en un primer momento un instrumento superficial, un paso sin mayores consecuencias. El entrar en la comunidad de los musulmanes daba acceso a posiciones de poder. Pero a largo plazo suponía otra cosa además, y es que no por nada Islam significa “sometimiento” a Dios: tarde o temprano el converso, o sus sucesores, estarían sometidos a la comunidad musulmana, o a su líder de turno.
Con todo, no olvidemos que el pertenecer a la comunidad de los musulmanes no libraba a éstos de las luchas intestinas, ya que el Islam, como cualquier otra circunstancia humana (o biológica), está sometido a mutación y fragmentación. No tardaron ni medio siglo los musulmanes en acuchillarse unos a otros en varias guerras civiles.
Una de las reflexiones que se me suscitan también es si la facilidad y sencillez del paso de la conversión al Islam no habrá jugado a favor de las conversiones al Islam. Habría que consultar al respecto a expertos en psicología, en marketing y en el Islam.
De todas formas, lo que más en concreto me interesa de la shahada y la conversión al Islam es su implicación filosófica. Dar ese paso supone someterse intelectualmente, como he dicho, y en este aspecto el Islam, de entre lo que puedo conocer de religiones, me resulta particularmente anticientífico. Ya la propia religión es en sí anticientífica: soy de los que consideran imposible que alguien sea a la vez religioso y científico en un mismo ámbito de la vida, ya que uno o bien considera que debe dar cosas por ciertas basándose en hechos (= ciencia) o que no necesita pruebas para ello (= fe).
Pero cuando uno da un paso que implica someterse/entregarse a un dios y por ello a una comunidad religiosa (= Islam), está directamente diciendo que cede el derecho a pensar a dicha comunidad. O bien, que cuando al pensar pueda entrar en conflicto con lo que diga la comunidad, cede por adelantado a ésta.
Por todo ello acabé preguntándome si no habría una especie de shahada humanista, si no existiría una especie de principio fundamental del pensamiento humanista, de ser posible formulable de manera más sencilla que la profesión de fe islámica, bien sencilla ella misma.
Y creo que sí existe esa llave, y no me parece casualidad que esté entre los “Mandamientos humanistas” mencionados por Richard Dawkins: “Fórmate opiniones independientes en la base de tu propia razón y experiencia; no te permitas ser manejado a ciegas por otros” (nº 9) y “Cuestiónalo todo” (nº 10). Que para mí que se podrían resumir en una frase única, esa que yo andaba buscando: Pienso por mí mismo. De profundas implicaciones, si lo pensamos bien.
Tal afirmación es, por delante de todo, una declaración de libertad. Quiere decir que afirmas que, al menos en tu interior, existe un espacio en que eres libre para pensar, y que no aceptas que se te arrebate.
Quiere decir que, aunque en algunos casos puedas por motivos prácticos acceder sin pensar demasiado a lo que otros digan, te reservas siempre el derecho a cuestionarlo. Por tanto resulta así opuesto al concepto de Islam, ya que no hay comunidad, religiosa o no, ante la que renuncies a tu derecho a la libre conciencia.
Pensándolo más todavía, nos damos cuenta de que es una idea muy científica (= que cree cosas basándose en pruebas). Pues quiere decir que puedes cuestionarte a ti mismo y por tanto cambiar de opinión, de modo que lo único a lo que te someterás será a las evidencias que la realidad ponga ante ti. Por ello no quiere decir que vayas a pensar lo que te dé la gana.
Y por último, si somos conscientes de que en cada persona reside la capacidad de ponerse en la piel del prójimo, no caeremos en pensar que tan simple principio pueda dar en comportamientos inmisericordemente egoístas; más bien en que al pensar, como dijo Aristóteles, uno haga “sin ser mandado lo que otros hacen sólo por temor a la ley”.
De modo que, como principio, me parece de lo más saludable tenerlo en mente, no acomodarnos demasiado, y de vez en cuando recordarnos:

Pienso por mí mismo.

12/03/2014

Pilares de la enseñanza secundaria

Quiero hacer un resumen de los que para mí, como especialista en la docencia, son los contenidos fundamentales de la enseñanza obligatoria, en particular la ESO. Presento esta reflexión no como un ejercicio gratuito, sino con la intención, entre otras, de poner luz sobre determinados espacios en sombra que considero existen en el actual temario de la ESO como son los puntos en que se cruzan dichos troncos de conocimiento y las relaciones de conceptos entre asignaturas.
Ésta es asimismo una reflexión relacionada con mis conclusiones en mi trabajo sobre el Desarrollo del pensamiento formal en la adolescencia e implicaciones en la docencia de la Física en Educación Secundaria, donde defendí cierta inadecuación de los contenidos de algunas asignaturas, particularmente Física, Química y Matemáticas, con las necesidades y sentido de una enseñanza obligatoria, que son los conocimientos mínimos garantizados a cualquier futuro ciudadano de pleno derecho, por lo tanto válidos cualquiera que sea la opción de estudios o trabajo del alumno después de dicha enseñanza obligatoria.
Esta característica mínima es para mí importante porque los contenidos de la enseñanza obligatoria son los únicos que, por su propia definición, deben ser impartidos sin atender a las preferencias personales del alumno. Los únicos contenidos propedéuticos en esta etapa han de ser los que preparan para la “vida real”, la vida ciudadana de pleno derecho. Cualquier contenido que anticipe un futuro que el alumno pueda en su momento elegir ha de dejarse para después de dicha elección. Lo cual no se cumple ahora, en mi opinión, ni con algunos conocimientos agrupados en asignaturas enteras (p.ej. Tecnología, preparatorio de las ingenierías) o que forman parte de ellas (p.ej. parte de Física y Química en los cursos más avanzados, en que se crea dicha asignatura separada).
Los pilares de que hablaré podrían corresponder a asignaturas más generalistas que las actualmente existentes, pero tampoco quiero aquí tratar a fondo de la conveniencia de impartirlos y evaluarlos como asignaturas únicas o grupos de asignaturas relacionadas. Mi opinión es que algunas partes de dichos pilares/asignaturas se pueden impartir en paralelo al tronco principal, en horarios reducidos, pero igualmente a lo largo de todo el curso, y con independencia de que se haga evaluación conjunta o separada con la materia principal.
En último lugar antes de entrar en el tema, debo decir que hago dicha enumeración de contenidos desde el punto de vista del científico que soy, consciente de la importancia clave de la Ciencia y el pensamiento racional en la formación de una persona libre, y que es más importante que las técnicas concretas propias de las disciplinas científicas.

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Sin entrar en detalles y a modo de preparación para el tema principal, diré que la enseñanza escolar tiene su raíz primera en el uso de al menos una lengua vehicular; en principio una, la más importante en la sociedad donde el niño vive, pero también alguna otra que puede ser extranjera si consideramos ambientes sociales de suficiente amplitud (y sobre esto me extiendo al final).
Esta enseñanza aún no distinguiría entre lo transversal y las posteriores asignaturas, pero desde luego podemos ya decir que ha de incluir cierto contenido de lógica y aritmética, entre otros. Desde luego no sería la única enseñanza transmitida a este nivel, y hay que tener en cuenta que este idioma es muy probablemente el que el niño aprende como lengua materna en su ambiente social, por lo cual otra tarea de esta enseñanza infantil sería introducirlo en el ambiente escolar, que será su modo de vida durante los años siguientes.
A partir de ahí, durante la enseñanza primaria, hay que tener en cuenta que el niño no posee las herramientas intelectuales para comprender teorías formales, y por tanto los contenidos son necesariamente menos abstractos y preparatorios de las materias que se impartirán durante la Secundaria ya con más rigor y corrección, si bien ceñidas, como he dicho, al mínimo necesario para la vida adulta.
En la Primaria se definen las diferentes grandes áreas de conocimiento:
  • Lengua: comprensión y expresión en la(s) lengua(s) oficial(es), que es la que más directamente continúa la raíz de que hablé arriba.
  • Geografía física y política, que ha de incluir los fundamentos de la ciudadanía y de la autonomía personal y social.
  • Historia política, describiendo hechos y circunstancias generales.
  • Cierta cultura general de Ciencias: energía, sustancias, Cosmogonía e historia geológica básica de la Tierra, evolución, sexualidad, nutrición. Enumero los temas en un orden consciente de que en buena medida se pueden estructurar como una historia del Universo; el impartir la Historia en paralelo o como colofón a continuación de los mencionados es otro asunto.
  • Matemáticas: aritmética construyendo sucesivamente el contar, sumar, restar, multiplicar, dividir, potencias y raíces.
  • Expresión física: forma física, expresión artística.

Cada una de ellas puede corresponder a una asignatura, con la excepción en su caso de la expresión física, que por la diversidad de sus formas se dividiría en las áreas clásicas de educación física - artes, o educación física - música - plástica; las tres con carácter práctico, por supuesto, ya que se trata de que el niño trabaje con su físico, y de ellas considero la educación física la más importante.
A partir de aquí pasamos a la enseñanza secundaria y al asunto central que me ocupa.
En la Secundaria, todo lo que he enumerado arriba debería impartirse de modo más avanzado, pero además se deben introducir aspectos que requieren, en términos piagetianos, un inicio de pensamiento formal, surgiendo además interconexiones y complementariedades entre los diferentes campos que son las que según he dicho quedan un tanto abandonadas por el actual sistema, y que quiero resaltar particularmente dentro del esquema que presento.
Desarrollando los mismos bloques que en la Primaria:
  • Lengua:
    • El núcleo debe seguir siendo la comprensión y expresión avanzadas en la(s) lengua(s) oficial(es). Creo además que debe intentarse que el que haya más de una lengua oficial afecte lo menos posible a los horarios frente a los alumnos que deben practicar sólo una.
      • La comprensión es particularmente importante para las Matemáticas, pues puedo decir, por reiterada experiencia con mis alumnos a lo largo de los años, que una dificultad principal para el uso de las mismas es trasladar el enunciado que describe una situación real a lenguaje matemático por medio del adecuado entendimiento del texto.
      • Asimismo, el ejercicio avanzado podría hacerse con ejemplos de textos clásicos de la(s) lengua(s) en cuestión (en español podría establecerse el Quijote como límite de máxima lejanía); pero lo que considero indispensable es la práctica con el lenguaje legal, periodístico y publicitario contemporáneo, que será del que el alumno más haga uso en la vida adulta.
      • En relación con lo que acabo de mencionar, una parte de la expresión lingüística que creo necesaria es el Debate: es importante para el ejercicio de la mente y la comprensión científica, además de para las habilidades sociales y la convivencia.
    • Una asignatura de Gramática básica debería ejercitar el análisis morfológico y sintáctico al servicio de la comprensión y expresión lingüísticas.
    • Latín y Griego prácticos se impartirían en la misma asignatura que la anterior, ya que depende de los conocimientos gramaticales, o separada, y estarían orientados al uso que se da de dichas lenguas en la vida cotidiana.
    • Por último, someras pinceladas de los idiomas emparentados con la lengua principal (en el caso español serían las lenguas romances) y de más importancia en el ámbito europeo y económico, con las fórmulas básicas más frecuentes de la vida cotidiana y unos apuntes de pronunciación lectora.
  • Geografía:
    • La física y política que continúa la de la Primaria y debería incluir ciertos contenidos de Meteorología y Geología prácticas, relacionados con las Ciencias Naturales.
    • La Autonomía personal, además de completar aspectos domésticos y sociales, debe dar a conocer, quizá en una asignatura paralela, los principios del mundo legal (Ciudadanía), laboral y empresarial que rodea al ciudadano, en una visión mesurada a la que debe contribuir una asignatura de Historia con las características que describo a continuación.
  • Historia:
    • Historia política. Más allá de datos y hechos concretos, en Secundaria debe incidirse en los aspectos más formales, que creen una visión de cambios y flujos, comprensión de causas y relativización (lo cual se relaciona con la Lengua si se utiliza para ello el Debate).
    • Para contribuir a dicha profundidad de comprensión, en esta asignatura deberían integrarse los aspectos de Historia de las Ideas que tradicionalmente se han impartido en sus respectivas materias: Historia de las religiones, la Filosofía y la Ciencia (que serían una Historia del conocimiento humano), e Historia de la Literatura y las demás Artes.
  • Ciencias: son el área que con más argumentos puedo defender que requiere un remozado y recolocación de conocimientos según explicado en mi mencionado trabajo “Desarrollo…”, particularmente porque se imparten con un excesivo sentido propedéutico de futuras materias o carreras, cuando deberían ceñirse a:
    • Método científico: una formación de pensamiento, practicando la reflexión rigurosa y la fundamentación en hechos, muy relacionada con el Debate de la asignatura de Lengua y con la Estadística de Matemáticas. Habitualmente se pasa con rapidez, dejando a promoción tras promoción desarmados ante complejidades de la vida real.
    • Aplicaciones cotidianas y cultura general, fundamentalmente cualitativas pero que requieren un pensamiento más formal que el existente en la Primaria:
      • Física: Cinemática, Dinámica, energía, Hidrostática e Hidráulica, electricidad y magnetismo, radiactividad.
      • Química: sustancias, teoría cinética, estructura atómica de tres partículas, pH.
      • Biología: Bioquímica, nutrición, educación sexual, genética, evolución.
  • Matemáticas:
    • El tronco principal continuado con aplicaciones de la Aritmética (divisibilidad, medida, notación científica...) y hasta el Álgebra de sistemas de dos ecuaciones, añadiendo rudimentos de gráficas 2D y vectores: conocimientos que deben concentrar las primeras aplicaciones formales que ahora se imparten en Ciencias Naturales (notablemente la Física cuantitativa) y Economía.
    • Geometría básica (que podría ser una asignatura paralela o estar incluida en Plástica).
    • Probabilidad y estadística (también quizá en asignatura paralela), relacionada con el método científico de Ciencias, la Economía de Geografía, e incluso la Lengua porque sirve de defensa frente la tendenciosidad en el lenguaje periodístico y publicitario.
  • Expresión Física, cuyos aspectos/asignaturas ahora deben ser conectados con otras materias, y que son buenos no sólo en sí mismos, sino porque apoyan el desarrollo cognitivo (Neurociencia para educadores):
    • Forma física, nutrición, salud y primeros auxilios, con la Biología.
    • Expresión artística básica.

Hecha la enumeración de los pilares, las asignaturas y sus interconexiones, para finalizar debo remarcar varias cosas:
  • Como he insistido al principio, ninguno de estos conocimientos es preparatorio de nada más que la vida ciudadana adulta. A partir de la enseñanza obligatoria se abrirán las opciones que el alumno voluntariamente tomará y habrá de asumir con su carga de creciente rigor técnico.
  • En ese sentido, quizá se note la ausencia de la Tecnología, conjunto de asignaturas que es una agregación de conocimientos que corresponden a áreas mejor definidas que ella misma (Ciencias, Economía…) y que sólo se puede entender como preparación para los alumnos que en un futuro tomen el camino de una Ingeniería. Bien impartidas las áreas de que las Tecnologías toman contenidos, no es necesario adelantar a la enseñanza obligatoria estas materias; habida cuenta además de que, como demostré en “Desarrollo…”, son incongruentes con una impartición ordenada de algunos de sus contenidos.
  • Se notará también que no he hecho mención en el esquema de materias explícitas que he construido arriba a determinados contenidos que considero transversales, notablemente:
    • Convivencia, que debe enseñarse implícitamente mediante el ejemplo.
    • Idiomas extranjeros, que no se pueden aprender debidamente si no son vehiculares y permean la transmisión de conocimiento que es la enseñanza. Es fundamental que su estatus académico sea el mismo que el de la(s) lengua(s) oficiales: no corresponde a la enseñanza pública asegurar sólo un uso adecuado de las lenguas que los alumnos aprenden en su entorno familiar y social, sino también de las que les puedan ser útiles en su futuro entorno laboral (de acuerdo a ciertas opciones que los padres puedan tomar).
  • Por último, si los conocimientos son los mínimos para la vida adulta, explicito por si no se sobreentiende que no tiene sentido la evaluación parcial de los conocimientos y su aparcamiento por etapas, sino continua y teniendo en cuenta el conjunto al final de la enseñanza obligatoria, ya que en su mayoría unos contenidos se construyen sobre otros del mismo tronco; por ejemplo, no se puede hacer álgebra sin saber restar, ni entender la evolución sin la adecuada escala temporal, ni descomponer palabras sin saber cómo usar los diferentes tipos de ellas.