11/08/2022

Resumen de Al-Andalus para estudiantes de ESO

Disculpe el lector la ausencia de referencias, debida a que se me ha pedido el texto inesperadamente y me suscita cierta urgencia.

Al-Andalus es como llamaban los árabes a la Península Ibérica. Hay quien dice que el nombre es una deformación:

  • de Vandalicia (lote de tierras que habían tocado a los vándalos 300 años antes de que los árabes llegaran a la Península); o
  • de Atlantis (de acuerdo a una interpretación occidental de la Biblia que consideraba que la mítica isla de Platón era en realidad la tierra que cerraba el Mediterráneo por el Oeste; interpretación que dio también en que Breogán, Ith y otros personajes legendarios irlandeses se interpretasen como procedentes de España y no de su original tierra de seres semidivinos más allá del océano occidental);
  • además de otras posibles etimologías propuestas.
En cualquier caso, Al-Andalus se refiere al reino visigodo de España después de que los árabes/moros/musulmanes, gracias a la división del reino y a ciertas ventajas en técnica militar, tomaran su control (y, de paso, trasladaran la capital desde Toledo a Córdoba, capital de la provincia España Bética desde tiempos de Roma).

El dominio árabe del reino y la Península sólo correspondió con todo el territorio en el primer momento (primera mitad del s. VIII); ya que desde mediados del s. VIII la rebelión de los beréberes sometidos a los árabes permitió la consolidación de un reino cristiano centrado en Asturias y luego en León, mientras que en el nordeste del reino los francos se hicieron primero con el control de la parte del reino entre los Pirineos y el río Ródano (que hoy no pertenece a España sino a Francia) y luego de la Marca Hispánica al sur de los Pirineos.

Tras una nueva guerra civil en el califato islámico, en que la dinastía omeya fue derrotada y casi exterminada por su rival la abasí, el heredero de los omeyas, Abderramán, huyó a Al-Andalus, donde estableció su emirato (señorío) independiente de los abasíes. Sus descendientes reclamaron también la supremacía religiosa como califas.

Este estado unificado de Al-Andalus dominado por los musulmanes perduró unos tres siglos desde la conquista hasta su fragmentación en los primeros reinos de taifas, la mala fama de cuya división se ha hecho proverbial en la lengua española. Estos pequeños reinos guerreaban unos contra otros lo mismo que los varios reinos cristianos entre sí en un auténtico juego de tronos de alianzas que se hacían y deshacían, pero con el paso del tiempo los cristianos cobraron conciencia de un objetivo a largo plazo: recuperar el reino godo bajo el dominio cristiano; y ante esto la frontera entre Islam y Cristiandad no dejó de moverse hacia el sur.

Algunas de las taifas no dejaron de mostrar en varias ocasiones un esplendor económico y cultural, pero en lo político y militar la debilidad fue la norma, y llegaron a pedir en varias ocasiones ayuda a señores guerreros moros ya islamizados del noroeste de África (almorávides, almohades, benimerines), que ejercieron sobre ellos un dominio temporal antes de que se volviese a la división en taifas.

Después del período de los segundos reinos de taifas el territorio dominado por musulmanes era tan pequeño y compacto geográficamente que sólo podía dar lugar a un reino, el de Granada, cuyo territorio corresponde aproximadamente con las actuales provincias de Málaga, Granada y Almería. Más de dos siglos duró este último reino de Granada, hasta caer presa de la división interna y las armas de la Corona de Castilla. Desde entonces el símbolo de una granada forma parte del escudo de España.

Aparte del enorme flujo cultural (procedente de la Antigüedad clásica, de los árabes, de Persia y más allá) que a través de Al-Andalus pasó a Europa, políticamente las divisiones de Al-Andalus y las etapas de su conquista por los reinos cristianos borraron la antigua división de la Península en provincias, que con pocas variaciones venía de Roma, y formó la base de la división de varios de los reinos/regiones y de algunas de las provincias de España.